Tenemos el juego del tres en raya. Partimos de la idea de que tanto la máquina como el jugador han ido rellenando secuencialmente las dos primeras filas hasta completarlas dejando la tercera línea completamente libre.
Las dos primeras líneas han de ser completamente al azar pero respetando los turnos
- Maquina
- Persona
- Maquina
- ...
Es el turno de la máquina. El ejercicio consiste en ganar la partida siempre que sea posible independientemente de cómo se han rellenado las dos primeras filas indicando qué celda a rellenar por la máquina la haría ganar, o, en caso contrario, indicando que no es posible ganar con la posición inicial.
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